Con respecto a la delincuencia, pues como en cualquier otro país, si no buscas problemas ni te vas a la aventura por cualquier barrio y a horas raras no tendrás problemas. Debes tener cuidado y estar un poco alerta pero como en cualquier otro lugar. Por La Habana Vieja hay mucho turista, la mochila mejor hacia delante. Por lo demás nunca tendrás ninguna problema.
Algo que me llamó mucho la atención es que un policía o mismamente un doctor cobran no más de 50 cuc al mes, por eso, casi todo el mundo intenta buscarse la vida viviendo del turismo o vendiendo cualquier producto. En las zonas rurales más alejadas de la capital existe el trueque o incluso la venta, casa por casa, de productos como el pescado o el embutido. Siendo ilegal del todo, se arriesgan a perder el producto y una multa de 1500 cuc. Estos son los contrastes de un país con mucho ingenio.
Una vez instalados y aclimatados a la humedad y la diferencia horaria, la mejor forma de empezar a conocer un poco la ciudad es viendo la fortaleza de San Carlos de La Cabaña, muy bien conservada. Guardaba y protegía a la ciudad y la entrada a la Bahía de ingleses y piratas.
Desde allí podremos divisar y contemplar la ciudad de La Habana. Es un monumento construido por los españoles. Su historia es muy curiosa y requiere detenerse a verla tranquilamente. Más adelante os hablare de ella.
Todos los días, a las nueve de la noche, hacen una recreación del cierre de las puertas de la muralla con un cañonazo. Está muy bien representado, con trajes de la época en los soldados y demás. Mi consejo es que vayas con tiempo ya que suele ir mucha gente a verlo cada día.
Un buen sitio para verlo es enfrente del cañón que disparan todos los días (lo tienen tapado con una bolsa para que la mecha no se moje). Justo enfrente de ese cañón hay unos bancos de granito. Cogeros uno de esos y subiros desde allí lo veréis genial.
Durante el día la entrada es de 6 cuc (si sales de la fortaleza no puedes volver a entrar). Dentro hay una pizzería que está muy bien y es muy barata. También hay un restaurante un poco mejor y más caro. Fuera también podréis encontrar otro bastante mejor por el mismo precio aun así ninguno de los dos es barato.
Otra cosa muy interesante son las exposiciones de armas y utensilios utilizados por Ernesto Che, así como instrumentos y cosas medievales interesantes de ver. Veréis una ermita con restos humanos y enterramientos. Fuera podéis visitar la casa del Che, donde vivió en La Habana (una de sus casas) muy interesante de ver. Historia pura de La Habana y de la revolución muy viva y presente aun hoy en día, aunque también se empieza a respirar un cambio.
También podéis ver el Cristo de mármol Sagrado Corazón de Jesús, construido por una escultora cubana Jilma Madera y traído desde Italia ya que fue esculpido allí con mármol de Carrara, el mismo que se utilizó en el cementerio de Colón de La Habana (otra de las cosas que os recomiendo ver en cualquier rato que tengáis) eso sí, intentad ir con alguien que lo conozca. Se puede entrar con coche. En el centro hay una capilla muy bonita que merece la pena ver.
Una vez que hayamos acabado de disfrutar de las vistas, cogemos nuestro taxi y nos dirigimos a La Habana Vieja. Es muy difícil verlo todo en un solo día ya que son todos calles y sitios muy curiosos y en los que nos vamos a detener continuamente. Lo mejor es dividirlo en dos días .
Le diremos a nuestro taxi que nos deje en el Museo de Habana Club. Es lo mas cercano a la salida del túnel que nos trae de La Fortaleza (construido por los americanos. Va por debajo del agua). Desde allí comenzaremos nuestra ruta andando.