Para un fumador, las marcas de tabaco son una parte fundamental del ritual de fumar. Una manera de definir, en gran medida, la personalidad de cada fumador. Algo lógico si tenemos en cuenta que es en cada mezcla de tabacos donde radican esos aromas y sabores propios de cada calada. Un auténtico perfume que cada uno escoge según sus gustos. Algo que hace, también, que los fumadores sientan debilidad y presenten fidelidad a determinadas marcas de tabaco.
El número de marcas de tabaco del mercado es amplísima. Un enorme abanico de opciones para jugar con humos frutales, especiados o con una mezcla de ambos.
Pero, más allá de entrar en detalle en las características de las distintas marcas de tabaco, veámoslas desde un punto de vista distinto. Desde el conocimiento de su historia, su tradición o qué las convierte en distintas a las demás. Desde esa perspectiva en la que originalidad y diferencia marcan la pauta.
Veamos, pues, once marcas de tabaco que se distinguen de las demás por múltiples motivos.
1. Mac Baren
Fundada en 1887 por Harald Halberg, Mac Baren es el resultado de más de un siglo de tradición. Comenzó siendo una de las fábricas pioneras en tabacos de Dinamarca y, hoy todavía, exporta a más de 70 países de todo el mundo.
A pesar de que cuenta con un buen número de productos en su cartera, destaca su línea de tabaco de pipa que introdujo en 1958. Una auténtica seña de identidad de la marca que también trabaja otros tabacos, como el de liar o el tabaco sin humo.
2. Borkum Riff
Históricamente, es una de las marcas de tabaco con mayores ventas a nivel mundial. Comenzó su andadura en 1962 en Suecia para expandirse, solo seis años después, a Estados Unidos. Su nombre es, además, parte de la identidad de su tabaco. Y es que Borkum Riff es un faro situado en una bahía de la costa danesa del Mar del Norte.
Un carácter que no solo se refleja en el diseño de su etiqueta, que presenta un barco, sino también en las características de su tabaco para pipa, trabajado con maestros mezcladores de prestigio internacional.
3. Dunhill
Es imposible no mencionar a Alfred Dunhill al hablar de marcas de tabaco. Abrió su primer estanco en 1907 en Londres y, dejándose llevar por su carácter emprendedor, pronto vería en la elaboración de tabacos de pipa una oportunidad de negocio. En los inicios, su estanco dispensaba mezclas de tabaco a medida de los gustos de cada fumador. Una forma de adecuar a las preferencias de cada cliente una materia prima de primera calidad.
Fue tal su éxito que no solo hoy es, todavía, una de las marcas de tabaco de referencia. Además, en su época llegó a ser proveedor de la Casa Real Británica durante varias décadas.
4. Ashton
Además de haber pasado a la historia por ser el artesano que dio vida a las pipas homónima, Ashton-Taylor también dio vida a su propia línea de tabaco para pipas. En alianza con un importador y un productos de puros americanos, comenzaron a crear mezclas que gozarían de buena reputación entre los fumadores. Su asociación británica con Robert McConnell traería consigo, en 1989, un cambio de timón para esta marca de tabaco.
Y es que no solo McConnell vendió todas sus recetas de mezclas a una empresa alemana, Kohlhase und Kopp. Además, K&K se vería obligada a cambiar sus recetas ante la imposibilidad de crearlas iguales. Algo que trajo consigo el nacimiento de nueva línea de marcas de tabaco, siempre al amparo del nombre Ashton.
5. Rattray’s
Inaugurada en 1903, fue una de las mayores tabacaleras de las Islas Británicas. A pesar de su maestría en lo que respecta a las mezclas de tabaco, Charles Rattrays nunca se lanzó al diseño de pipas para fumar. A pesar de ello, sí mantuvo una estrecha colaboración con los fabricantes de pipas ingleses para contar con sus propios diseños de etiqueta privada.
Actualmente, Rattray’s es una de las marcas de tabaco de la gran compañía alemana Kohlhase y Kopp.
6. Davidoff
Aunque el puro es su seña de identidad, la casa Davidoff es mucho más que eso: también son hacedores de mezclas de tabacos, cigarrillos y pipas. De entre las marcas de tabaco, se distingue por ser una de las etiquetas de lujo. De origen suizo, la historia de Davidoff es la de un hombre, Zino, que se dedicaría al comercio de tabaco por herencia. Hijo de comerciantes y fabricantes de cigarros, el antisemitismo de la Rusia de primeros del siglo XX les obligó a exiliarse en Ginebra.
Así nacería la primera tienda de tabaco de la familia que, tras un largo viaje de Zino por América Latina y descubrir el habano, dio un giro de 180 grados al negocio para transformarlo en una de las marcas de tabaco más relevantes del mundo.
7. Peterson
Al igual que sucede con otras marcas de tabaco, la historia de Peterson es también la de un hombre con visión de negocio. Charles Peterson, maestro artesano de la pipa de origen letón, decidió unir fuerzas con dos hermanos de Dublín. El objetivo de esta fusión fue ofrecer, en la tienda que estos tenían al por menor, productos relacionados con el tabaco y el arte de fumar.
Una iniciativa que, en apenas unos años, amplió sus horizontes para convertirse en una de las marcas de tabaco más prestigiosas de la época. Un reconocimiento que, hoy todavía, perdura.
8. Samuel Gawith
A diferencia de lo que sucede con otras marcas de tabaco, el nombre de Samuel Gawith no hace honor a su fundador. Más bien, se refiere al yerno de este que es, en realidad, quien guiado por la curiosidad y la intuición decidió comenzar a comercializar tabaco en Inglaterra. Hablamos de Thomas Harrison: un hombre que empezaría en este mundo de cero, aprendiendo en Glasgow el oficio de hacer y mezclar tabaco.
El relevo lo tomaría su yerno, Samuel Gawith, quien comenzaría a hacer tabaco de pipa y heredaría el negocio familiar para explotarlo con su nombre como marca.
9. Cornell& Diehl
Una de las marcas de tabaco más recientes y no por ello carente de historia. Y es que Cornell& Diehl no es más que la firma americana que nació en 90 del siglo pasado; y que aglutinaba a una con más solera: Atlas Blending, fundada en 1880. Los comienzos de esta marca de tabaco se centraron en explotar las antiguas mezclas de la compañía a la que absorbieron.
Con su mudanza a Carolina del Norte comenzarían a nacer otras recetas propias de esta marca de tabaco.
10. W.O. LARSEN
Fundada en 1864 por Wilhem Ockenholt Larsen, comenzó siendo una tienda de tabacos situada en el centro de Copenhague. En poco tiempo, se convirtió en la tienda de cigarros más lujosa y exclusiva de la ciudad. Un título que hacía que buena parte de la nobleza tuviera a esta tienda como una de sus referencias.
Su nombre era tal entre la burguesía y las clases altas que, en 1913, sus cigarros fueron merecedores de ser el proveedor oficial de la Corte Real de Suecia.
11. Solani
Dejamos para el final una de las rarezas en las marcas de tabaco. Tras Solani se esconde la iniciativa de un artesano mezclador que, con sus recetas, se ha granjeado las mejores valoraciones en los foros internacionales del tabaco.
Su fundador, Rudiger L. Will, no solo creció en la fábrica de tabaco de su padre. Además, estudió a lo largo y ancho del mundo el cultivo del tabaco, su procesado y métodos de fabricación. Sería así como en 1990 creara su primera línea de tabaco de pipa. Un punto de partida para elaborar, desde entonces, mezclas lo más naturales posibles destinadas para paladares gourmet.