Acariciar un puro entre los dedos antes de encenderlo no es solo parte del ritual. Es, además, la mejor manera en la que se puede conocer si ha sido conservado en las condiciones que necesita. Unas para las que un humidor de puros es fundamental. No solo para que el fumado se disfrute sino, sobre todo, para que esa joya de naturaleza a disposición del hombre se pueda fumar.
Lejos de pensar que el humidor de puros es un simple accesorio, hoy queremos descubrir por qué es imprescindible. Un artículo que nos acompaña desde hace siglos y que es el sucesor de un sistema mucho más rudimentario. Hablamos de cuando los puros se preservaban en una caja de madera acompañados del corazón de una manzana. Un aliado para mantener la humedad que precisan estos cigarros.
Veamos cuáles son las características del humidor de puros y, lo que es más importante, el motivo por el que hemos de contar con uno.
¿Para qué sirve un humidor de puros?
Por las características propias de este tipo de cigarros, utilizar un humidor de puros es clave. No sólo nos permitirán disfrutar plenamente de fumarlos. Además, serán auténticos aliados en su conservación. Y es que, dado que están realizados con hojas, los puros cuentan con una demanda específica de temperatura y humedad para mantenerse en plena forma.
Decimos esto para comprender el peso del humidor de puros. Es importante entender que los puros son cigarros de origen tropical. Unos que, en los países de los que son oriundos, cuentan con unas condiciones atmosféricas determinadas que juegan a su favor para conservarlos. Sin embargo, esto no sucede en la gran parte de los países en los que son un preciado tabaco. Y, por los diferentes climas o formas de guardarlos, se pueden secar o humedecer en exceso.
En caso de que estén expuestos a demasiada humedad, es probable que aparezca en ellos una capa de moho. Habitualmente, es de color blanco. Una auténtica demostración de que la composición de un puro es algo vivo. En este caso, la solución pasa por cepillar delicadamente la superficie del cigarro y sacarlos del humidor de puros para evitar su propagación. Eso sí: si la exposición a la humedad es demasiado prolongada, pueden llegar a pudrirse.
El escenario cambia sustancialmente si los puros se secan. En este caso, tras dos o tres meses, perderán su sabor original y picarán al ser fumados. Un daño irreparable que, en muchas ocasiones, supone tener que tirar el puro.
Características del humidor de puros
El humidor de puros es nuestra tabla de salvación para poder conservarlos correctamente. Un compartimento estando que salvaguarda esos dos aspectos vitales para la conservación de este tipo de cigarros.
Dado que la humedad es crucial para ellos, el humidor de puros está diseñado para mantener una humedad relativa de entre el 65% y el 70%. Dado que esta humedad puede variar como consecuencia de la temperatura ambiental, es recomendable comprar un humidor de puros con higrómetro. Gracias a este mecanismo e independientemente del exterior, nuestros puros se mantendrán en ese porcentaje de humedad.
Además de la humedad, el humidor también mantiene la temperatura que requieren los puros: entre 16 y 18 grados.
Y, por más que pueda parecer, rompamos un mito: un humidor de puros no es un compartimento estanco. No cierra herméticamente. Es más, necesita de una entrada mínima de aire para mantener sus condiciones de humedad y temperatura. Una forma de alimentarse del exterior para velar por esos tesoros que esconde dentro.
Ventajas del humidor de puros
Más allá de la conservación, el humidor tiene otra función más que valiosa. Una menos conocida, y que pasa por conocer la evolución natural de los puros.
Desde el momento en el que un puro sale del banco del torcedor, hace falta tiempo. Tiempo para que las hojas de tabaco con las que está formado se integren. Tiempo para que la ligada del puro combine por completo. Tiempo, en resumen, para que esa mezcla de tabacos ideada en su fabricación muestre su esplendor al ser fumado.
Para poder conseguir esto, el humidor es vital, ya que es un elemento clave para el correcto añejamiento de los puros gracias a su equilibrio de temperatura y humedad.
Nuestros humidores
Históricamente, un humidor de puros puede ser una obra de arte. Un compartimento trabajado en maderas nobles que no solo preserva el tabaco en su interior. Además, su simple presencia se convertía en objeto de miradas. En un accesorio incluso decorativo, perfecto para acabar de definir con su presencia la personalidad de un espacio o sus habitantes.
Con el paso del tiempo, el humidor de puros de madera continúa estando en boga. Sin embargo, su concepto ha cambiado sustancialmente para adaptarse a las nuevas tendencias. Un motivo de peso para que, además de encontrar humidores de puros de corte clásico en cedro o bengue, podamos contar con otros con diseños más novedosos. Unos que cumplen plenamente su función, pero con presentaciones más modernas y adaptados a gustos más vanguardistas.
Desde el humidor de puros piramidal a los que conjugan acabados en maderas de colores, pasando por los muebles humidificadores. El mundo del humidor de puros es tal que, incluso, podemos encontrar humidores de viaje para poder llevarlos si nos ausentamos de casa. O, simplemente, en el bolsillo.
Diferentes posibilidades para que, en cualquier lugar, podamos disfrutar del increíble placer de fumar un puro como debe ser: sin renunciar a sus sabores.