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Pipa de espuma de mar para degustar el sabor del tabaco

Pipa de espuma de mar para degustar el sabor del tabaco

La pipa de espuma de mar no solo es un clásico. Es, además, una de esas pipas de fumar que no pueden faltar en una buena colección. Una pipa que supone elegancia, tradición y, ¿por qué no?, también vanguardia. No solo cuenta con un buen número de adeptos en lo que a las características del fumado se refiere. También lo hace para quienes disfrutan del ceremonial de fumar en pipa. lo que implica, incluso, acariciar su superficie tallada como parte de la experiencia.

La pipa de espuma de mar es una de las pipas de fumar con más solera. Una costumbre heredada de generación en generación de fumadores desde el siglo XVIII. Un momento decisivo en su historia, ya que llegó para sustituir a la pipa de porcelana. Sería entonces, también, cuando adquiriría el peculiar nombre que la acompaña hasta hoy, habida cuenta de lo casi mágico del material con el que está elaborada: la sepiolita,  un material increíblemente maleable, delicado, frágil y resistente a la vez. Tan deliciosamente único que su sobrenombre lo dice todo: «la diosa blanca».

Un material que viste de singularidad a una pipa tan atractiva en aspecto como en las características de su uso.

Una pipa de fumar elegante

Más allá de la estética, la pipa de espuma de mar o pipa Meerschaum está aparejada a un buen número de leyendas que la han encumbrado como un símbolo de elegancia.

Según las páginas no escritas de la historia de fumar en pipa, el nacimiento de la pipa de espuma de mar se atribuye al conde húngaro Andrassi. De vuelta de un viaje de Turquía trajo consigo un bloque de sepiolita como recuerdo. Uno que se convirtió en un singular encargo para un artesano de Pesth llamado Carol Kowacs: ser transformado en pipa. A pesar de que la ocupación de Kowacs era la de zapatero, no pudo negarse al encargo del noble.

El resultado sería la presunta primera pipa de espuma de mar de la historia. Un hito tan singular en la época que hoy, todavía, puede contemplarse en el Museo Nacional de Budapest.

Pipa de espuma de mar tallada

Descubre las características de esta pipa de espuma de mar

 

Rápidamente, la pipa de espuma de mar se impuso en el Viejo Continente de la época. La flexibilidad de este silicato de magnesio hidratado permitía crear una pipa acorde con cada fumador reflejando en ella lo que uno quisiera: desde su propio rostro a escenas de caza; o, para los más atrevidos, de alcoba. Un antojo que no estaba al alcance de cualquiera no solo por su carácter artesanal y personalizado. Además, por aquel entonces la boquilla se terminaba en ámbar. Un material que acababa de dotar de singularidad a la pipa de espuma de mar.

La preferida de reyes y nobles. Un objeto tan exclusivo y único como cada una de ellas.

Fumar en pipa de espuma de mar

Más allá de fábulas, la pipa de espuma de mar triunfó a lo largo del tiempo por buenos motivos. Gracias a su porosidad, permite una fumada más fresca y agradable. Una diferencia importante con respecto a la tan popular entonces pipa de porcelana, que produce un humo mucho más ardiente.

Tanto por la morfología de su cazoleta como por su capacidad de absorción, se considera la pipa para fumar idónea para el principiante. Estos dos aspectos permiten disfrutar del fumado, sin tener que estar constantemente volviendo a encender el tabaco. Añadido, es una pipa increíblemente ligera. Una buena entrenadora para aquellos que se inician en este noble arte de fumar en pipa, y necesitan entrenar su dentadura antes de adentrarse en las de madera.

Pipa de espuma de mar lisa

Una original pipa de espuma de mar con la cazoleta lisa.

 

Dejamos para el final dos motivos más que hacen de la pipa de espuma de mar una imprescindible en cualquier pipero. Dos razones aparejadas a su mayor característica: la porosidad del material con el que se elabora, por un lado, ya que gracias a ella permite saborear mejor los matices del tabaco, y por otro, entre los amantes de la pipa, fumar en una de espuma de mar supone un ritual diferente a hacerlo en cualquier otra, algo que se debe, en gran medida, a que su coloración va modificándose con el uso; del blanco radiante de sus inicios, irá evolucionando hacia tonos dorados e, incluso marrones.

Una gama de tonalidades que cualquier fumador de pipa buscará, dejándose llevar por ese algo magnético que esconde este tipo de pipa: su auténtico y casi místico poder de seducción.

Un aspecto que convierte la pipa de espuma de mar en una que, sí o sí, hay que disfrutar.