Nada dura para siempre, excepto si usas un buen humidor para tus cigarros.

No dejes nunca que el agua esté en contacto directo con las capas del cigarro o lo arruinarán por completo.

Es recomendable rotar tus cigarros al menos una vez al mes, de los extremos al centro, y viceversa, para que todos reciban el mismo grado de humidificación.

Para elegir el humidor, ten en cuenta el formato de cigarros que te gusta fumar para que el espacio sea el adecuado.

Es preferible tener un humidor grande a uno pequeño.

Si tu humidor es de madera de cedro, es buena idea pre-humidificarlo dos días antes de colocar tus cigarros. Dado que es una madera absorbente, a no ser que ya esté húmeda, el cedro competirá con tus cigarros por la humedad. No le des opción.

Cuantos más cigarros encierres en tu humidor, mayor será la humedad necesaria, por lo que tendrás que rellenar el agua del humidificador con más frecuencia.

Un humidor, al ser un recipiente hermético y húmedo, puede provocar moho en los cigarros. Para evitarlo, lo mejor es que haya espacio entre los cigarros para que entre ellos pueda circular aire.